Màxim el Breve

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Es evidente que vivimos tiempos de inmediatez, en los que no hay margen para la duda. Seis días han bastado para ver caer a un ministro del nuevo gobierno de Sánchez. Desde luego, si Màxim Huerta quería batir récords, con su forzada dimisión lo ha conseguido.

Aunque pueda herir la sensibilidad de más de una y más de uno, en este trance me he acordado de la respuesta que dio Julio César a las damas romanas que le pedían que reconsiderara el anunciado divorcio de su esposa Pompeya: «La mujer del César no solo debe ser honrada, sino además parecerlo».

Así que, aun a riesgo de que pueda resultar injusta o exagerada, la dimisión del ministro de Cultura y Deporte me parece que era necesaria. Tal y como está el patio, es la única manera de que la política pueda empezar a recuperar el crédito perdido.

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