Parábola gorda

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De vez en cuando la Historia nos muestra páginas tan vivas que parecen columnas de actualidad. Una de ellas nos la ofrece El Mentirón, semanario satírico, literario e ilustrado alavés que vio la luz en Vitoria, en la primavera de 1868. Su artífice, director, redactor y dibujante, fue el republicano Ricardo Becerro de Bengoa, que escribía bajo el seudónimo de Recadero Bay.

Recurriendo a la parábola y al tono jocoso e irónico, para hacer más accesible su mensaje político, el ejemplar del 18 de octubre de 1868 planteaba asuntos tan actuales como la diversidad territorial en España y el debate monarquía-república, abogando por una república federal.

Becerro de Bengoa, insertó en aquel dominical una Parábola gorda sobre una madre, “doña pobre España”, y sus hijos: Castilla, que era “honradote, garbancero y acostumbrado a muy pocas libertades”; Andalucero, “más alegre que unas castañuelas, fantástico, un tanto perezoso y playero”; Catalán, “listo, bravo, emprendedor y libre”; y Vasco, “libre como los pájaros, poco hablador, tan pobre como juicioso y tan amante de su buena madre como el que más”. La madre se casó con un “desgarravísperas alemán que andaba por la calle” –en alusión a la dinastía Habsburgo–, quien se propuso acabar con la diversidad de costumbres y libertad que gozaban los hijos “vistiéndolos a todos con igual traje y de igual medida”. Lo mismo hizo el segundo marido de la madre, “un gabacho” –la dinastía Borbón–, al que un buen día los hijos, que “estaban en Cádiz echando un párrafo, de un puntapié lo lanzaron gabacho hasta Pau”.

Lamentándose la madre de los enredos de sus hijos, le comentó una vecina llamada “Doña República Federativa”: “Mire V., si otra vez se casa V. con otro franchute o con otro alemán o con un portugués o con el mismo duque de Edimburgo que fuera, está V. expuesta a tener otro nuevo dolor de cabeza: más vale que viva V. en paz con sus rentas y que a estos chicos les deje V. crecer según sus naturales aspiraciones y que se desenvuelvan cada uno según su genio; porque no hay cosa peor que imponerles a todos que son tan diferentes una misma cadena; haga V. lo que le digo y de seguro que le irá bien”.

La Historia no se repite, pero rima dijo Mark Twain. Si es así, esta podría ser una estrofa más de ese poema épico que es España.

El Mentirón: hojas para un álbum vitoriano. Artículos literarios de costumbres alavesas
Semanario dominical
Redactor y dibujante: Ricardo Becerro de Bengoa (Recadero Bay)
Vitoria (junio de 1868-abril de 1869)
De su carácter popular ofrecía buen testimonio el propio título de la publicación, que tomaba el nombre de una plaza próxima a la iglesia de San Miguel donde se reunían los vitorianos para charlar, además, como se puede ver en la cabecera, proclamaba ser el periódico ilustrado más barato del mundo.

Ricardo Becerro de Bengoa (1845-1902), profesor, escritor, dibujante y periodista vitoriano, fue un hombre de gran relevancia en el mundo cultural vasquista, fundador, junto con Sotero Manteli, del Centro Literario Vascongado y colaborador de la revista Euskal-Erria. Fue cronista honorario de Vitoria desde 1884 y escribió varias obras de historia y arte alaveses. A su actividad literaria y periodística sumó la política; firmó el Pacto de Eibar en 1869, desempeñó el cargo de diputado republicano a Cortes por Álava en 1886, 1891, 1893 y 1898 y fue nombrado senador del reino en 1901, justo un año antes de su muerte.